DIEGO PASCUAL ERASO



Diego Pascual Eraso nació en Corella el día 13 de Noviembre de 1891, siendo el hijo mayor de León Pascual Villar y Buenaventura Eraso Arellano. Vivió su infancia y juventud en Corella. Estudió tres cursos como alumno libre en el Seminario Conciliar de Tarazona con excelentes calificaciones y se preparaba para cursar la carrera de Filosofía y Letras cuando murieron sus padres en un intervalo de seis meses, quedando a su cuidado cuatro hermanos pequeños. Para hacer frente a la situación no tuvo más remedio que emigrar y, siguiendo el mismo camino que otros muchos navarros, recaló junto a sus hermanos en Vizcaya, primeramente en Amorebieta y después definitivamente en Bilbao. Sus excepcionales cualidades intelectuales le llevaron a desempeñar trabajos de responsabilidad en diversas empresas de Bilbao, como el Banco Agrícola Comercial o la Sociedad Anónima Metalúrgica Internacional, donde fue Jefe de Oficina durante tres años. En 1919 casó con Trinidad Ceberio con la que tuvo cuatro hijos, Josefina, Jesús Vicente, Javier y José Antonio.

Compaginando el trabajo con el estudio aprobó el plan de estudios del Magisterio de Primera Enseñanza en la Escuela Normal de Maestros de Navarra y desde 1929 hasta 1937 ejerció como maestro en el Magisterio Municipal de la Villa de Bilbao, dando cauce a una de sus grandes vocaciones, la pedagógica.

Sus inquietudes intelectuales y culturales se plasmaron también en otras actividades. En 1926 fue uno de los fundadores del Ateneo Navarro de Bilbao. Esta asociación, de la que fue presidente, realizó numerosas actividades sociales y culturales, celebrando conferencias, certámenes literarios, colectas sociales, etc. También se celebraban las fiestas de los patronos de Navarra y Pamplona. A principios de 1928 abrió una biblioteca, para lo que había contado con la colaboración de la Diputación Foral de Navarra, y ofrecieron diversas charlas sobre el amor a la tierra nativa. El Ateneo Navarro de Bilbao que concitó la atracción de numerosos navarros, quedó disuelto en 1931.

Aunque ya había sido publicado un artículo suyo en 1922, en la revista Euskalerriaren Alde, es en 1931 cuando comienza su labor periodística, publicando asiduamente en el diario de filiación nacionalista Euzkadi, de Bilbao. En este diario utilizó los seudónimos Miguel de Ergabia, Lucio de Arakil y Jabier de Urroz. A partir de 1936 colaboró con el vespertino La Tarde, donde utilizó este último nombre. Aparecieron también sus artículos en las revistas Txistulari y Vida Vasca y en un libro que se publicó en Donostia en 1934 con el pomposo título de El libro de oro de la Patria.

Esta labor quedó truncada en 1937 cuando las tropas franquistas tomaron Bilbao. Posteriormente sólo publicaría un artículo en Fontes Linguae Vasconum  el año 1969 y tres artículos en Vida Vasca, el último ya póstumo.

Tras la aprobación del Estatuto Vasco en 1936 ocupó un alto cargo en el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, en concreto el de Jefe de Negociado de Estadística y Registro, al frente de la Sección de Estadística Escolar, cuyo principal objetivo era conocer la realidad escolar de la Euskadi autónoma, sobre todo en lo referente a la situación del euskera, por lo que mantuvo una estrecha relación con la Sección de Lengua y Literatura dirigida por Juan Gorostiaga, que en el campo educativo tenía encomendada la tarea de atender a la enseñanza del euskera y en euskera. También fue presidente, el último, de la Agrupación de Maestros Vascos - Euzko Irakasle Bazkuna. En 1937 parte al exilio. Junto con otros de los impulsores teóricos y prácticos de la enseñanza en euskera participará en la dirección de las colonias de niños vascos que se organizaron en el sur de Francia. Primeramente en Donibane Garazi, en la colonia instalada en el fuerte de La Citadelle que acogía 500 niños, donde realizó trabajos de Inspección y Dirección, y a partir del otoño de 1939, cuando el ejército francés recuperó el uso militar de La Citadelle, dirigió la colonia de La Cagnotte en Las Landas, en un château cedido por el obispado de Dax.


En 1941 vuelve a Bilbao. Desposeído de su puesto de trabajo y de su vivienda tendrá que acogerse a la caridad de unos familiares. Volverá a trabajar como maestro en el colegio de 1ª Enseñanza San Rafael Arcángel hasta el año 1971 en que sufrió una trombosis. Falleció en 1974.


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Diego Pascual Eraso y su tiempo, que también es algo nuestro.



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